domingo, 2 de diciembre de 2007

El universo de Riddick (o la física de un antihéroe) [FCF]

Richard B. Riddick es el protagonista de 3 películas, una de ellas de animación, otra película en flash y un videojuego al que pronto se le unirá otro más. Pitch Black y Las Crónicas de Riddick conforman, a la espera de una tercera película que complete la trilogía, el argumento principal de la historia. Las Crónicas de Riddick: Dark Fury es la película de animación que sirve de nexo de unión entre las 2 anteriores. Nos centraremos de momento en estas 2.

Todas las historias se desarrollan en nuestro universo pero en un futuro extremadamente lejano, donde los hombres han colonizado multitud de planetas y sistemas solares. Más aún, están totalmente establecidos en otros mundos, con ciudades y sociedades perfectamente organizadas. Se hacen alusiones a París y a la Tierra, así que no se trata de ninguna realidad alternativa, por lo tanto supondremos que las leyes de la física son las mismas que las nuestras. Podríamos empezar hablando ya de la dificultad, casi imposibilidad, que entraña la colonización de otro sistema solar. No por la capacidad que tenga un planeta de sostener la vida, si no por cómo llegar hasta el. En el cine siempre se parece olvidar lo inmenso que es el Universo. El sistema solar más cercano al nuestro es Alfa Centauri y se encuentra a 4,36 años luz. Aún viajando a la velocidad de la luz, cosa imposible, serían más de 4 años de viaje. Los objetos más rápidos construidos por el hombre son las sondas Voyager I y II, que se mueven a unos 56.000 kilómetros por hora. A esa velocidad tardarías unos 80.000 años en llegar. ¿Qué clase de tripulación aguanta 80.000 años? Y también qué clase de nave o de combustible. ¿Antimateria quizás? De eso ya ha hablado nuestro profesor en su blog, así que prosigamos. Aún suponiendo que llegásemos a Alfa Centauri, solo serían 3 estrellas en mitad de la nada. No se conoce que haya planetas en ese sistema y si los hubiese sería bastante complicado que fuesen habitables. Pero bueno, por algo se llama ficción, y si no, no hay película, así que pasemos esto por alto.

En la nave en la que viaja nuestro protagonista van todos criogenizados. Es un viaje de 41 semanas y nadie vigila que algo vaya mal. Evidentemente, algo va mal. Dos pilotos se despiertan y les vemos caminar “tranquilamente” por la nave. La nave posee gravedad propia, artificial por supuesto. Sin embargo la nave es como un camión, y no la vemos girar sobre un eje. La única manera actual de crear gravedad artificial es por medio de la rotación y la fuerza centrífuga.

La nave cae en un planeta que por supuesto tiene oxígeno, aunque poco, y una gravedad como la nuestra. El planeta orbita un sistema de 3 estrellas en el que nunca hay noche porque siempre hay al menos una estrella en el horizonte. Así que mientras contemplan una puesta de sol rojiza, una estrella azul aparece a su espalda. Queda muy bonito y permite un juego de luces bastante interesante, pero hay que tener en cuenta que las estrellas azules emiten 10 veces más calor que las rojas, así que o está mucho más lejos, o nuestros amigos tendrían que achicharrarse en cuestión de tiempo. Sin embargo, una maqueta que encuentran nos muestra que no solo no está más lejos, sino que hay momentos en los que está mucho más cerca, aunque como se puede ver más tarde, están en la época del año que más alejados están de la estrella azul. Una suerte, seguimos vivos. En vez de seguir un orden lineal y para continuar con este tema, voy a saltar a la mitad de la segunda película, cuando Riddick es conducido a la cárcel del planeta Crematoria. Es un planeta bastante… inapropiado para la vida. Según nos cuenta, la temperatura de su superficie oscila entre los 700º por el día y los -300º por la noche. Damos por hecho que se trata de grados Fahrenheit, ya que el cero absoluto en grados Celsius es de -273º. Así que, para entendernos mejor, la temperatura oscila entre los 371º C y los -184º C. Aún así, muy malas condiciones. No es imposible que un planeta tenga estas condiciones, aunque si es discutible que sea como en la película. Mercurio se encuentra a una distancia de entre 46 y 70 millones de kilómetros del Sol, muy cerca. Además tiene un periodo de rotación muy largo, que nos da casi 30 días de exposición continua al Sol. Esto, unido a la falta de atmósfera, hace que su superficie alcance los 426º C, pero estaLa Tierra está mucho más lejos que Mercurio y no alcanza ni por asomo tales temperaturas. Ni siquiera en los polos, donde hay 6 meses de noche continua. temperatura se alcanza al final del día, cuando el Sol lleva calentando muchísimas horas la superficie. Pero estamos en Crematoria, un planeta con atmósfera y con un período de rotación parecido al nuestro. Sin embargo en la película podemos ver como nada más incidir el sol en la superficie, convierte todo en un infierno de fuego y explosiones, la verdad, muy poco creíble, ya que si por la noche hay temperaturas tan bajas, parece imposible que de golpe la temperatura aumente de tal manera. En el otro extremo tenemos los -184º C que hay por la noche. En un planeta que tendría que estar tan magníficamente cerca de su estrella como para alcanzar semejantes temperaturas durante el día, es difícil creer que en 12 horas la temperatura disminuya casi 600 grados.

Otra incongruencia la vemos en el hangar donde se refugian. Fuera el calor es tal que los cuerpos se consumen, sin embargo parece que refugiarse un par de metros a la sombra reduce la temperatura en unos cientos de grados. Habiendo atmósfera como la hay, el aire tendría que calentarse y por supuesto entrar en el hangar donde todos morirían a causa de esto. En cambio vemos a Riddick observando desde el microclima del hangar como otro personaje se deshace en cenizas solo a unas decenas de metros de el. Quién sabe, igual estaba climatizado.

Me está quedando muy largo, así que creo que dejaré más Riddick para otra entrega. Hasta la próxima.

PD: Lo sé, no he dicho nada del propio personaje de Riddick. Ya hablaré algo la próxima vez, aunque tampoco es un personaje muy interesante físicamente hablando. Lo que pasa es que me gustaba el título.

martes, 20 de noviembre de 2007

La informática en el cine

Que el primer tema que trate en este blog no tenga nada que ver con la física no es muy correcto, pero mientras consigo material para trabajar (vamos, que se me bajen las películas que quiero comentar) voy a hablar un poco de esto. Es un tema que como estudiante de informática me interesa profundamente ya que, al igual que las fantasmadas físicas dan una imagen tergiversada de los físicos y la ciencia en general, lo mismo pasa con las películas sobre informática y los informáticos.

Hoy por hoy, ya no hay que ir a buscar una película que trate sobre la informática para ver ordenadores. La informática a pasado a ser parte del día a día y esto queda reflejado en el cine (mal, pero queda reflejado). Sin embargo, tristemente, es en las películas en las que la informática es parte crucial del film, donde más se fantasea con estos temas.

Las películas que giran en torno a hackers (nunca se distinguirá a un hacker de un cracker, por supuesto) y sus quehaceres son las peor paradas. Da la impresión de que hackear un sistema lleva unos 5 minutos, se hace a pelo, sin programas destinados a ello ni nada por el estilo. Para qué llevar un código escrito cuando puedes escribirlo todo en el momento para darle emoción a la escena. Por supuesto el hacker en cuestión sabe usar cualquier ordenador, sistema operativo y programa al instante. Eso si que se lo trae estudiado de casa. Se puede hacer un programa con cualquier fin desde cualquier ordenador. En Independence Day (Independence Day, 1996) hacen un virus para desarmar los escudos de las naves alienígenas. Aunque vengan del otro extremo del universo utilizan los mismos protocolos tcp/ip que en la Tierra, hasta se curran una interfaz muy chula que indica cuanto lleva cargado el virus y que al final pone calaveras en las pantallas. Total, nos sobra el tiempo. Claro que tampoco hay que ser ningún genio para asaltar una base de datos. El FBI, la CIA, la NASA y todos los bancos del mundo tienen conectadas a la red sus datos mas preciados. Solo hay que ir a www.cia.com y hacer clic en "archivos secretos". Te saldrá una ventana de diálogo que te pedirá un login y un password. A partir de ahí todo es cuestión de tiempo, ya que puedes meter 157 billones de combinaciones incorrectas sin que el sistema te bloquee. Cada vez que te equivoques te dirá "Access denied", y a volver a intentarlo. Curiosamente, una película donde se muestra bastante fielmente como se salta la seguridad de un sistema es en Matrix Reloaded (The Matrix Reloaded, 2003) , donde Trinity utiliza un programa real llamado Nmap, que yo no sé cómo funciona pero que la wikipedia lo explica muy bien.

Una "gran" escena de este tipo aparece en Operación Swordfish (Swordfish, 2001), donde Stanley (Hugh Jackman) asalta el ordenador del departamento de defensa en 60 segundos, sin aviso previo, mientras una jovencita se afela afana en distraerle. Fíjense en el detalle de que por cada tecla que el pulsa, se escriben unas 3 líneas de código, así cualquiera.



Que conste que yo no he hackeado nada en la vida, pero me informo. Internet es una basta fuente de conocimientos que parece que los guionistas ignoran, aunque hablen mucho de ello.


No entiendo la costumbre de Hollywood por inventarse interfaces de usuario. Totalmente inverosímiles, en 3 dimensiones, donde lo que buscas está girando en el tercer cubo a la derecha, justo detrás de un par de torres. Para moverse por estos mundos tridimensionales lo que se hace es teclear a toda velocidad sin mirar al teclado, y si es posible tampoco a la pantalla. No se toca el ratón por supuesto. ¿Qué es eso de seleccionar algo haciendo clic? Eso no es nada pro. Tu teclea a toda velocidad, seguro que consigues lo que quieres.

Por supuesto, los ordenadores son rapidísimos. Escanear todo internet en busca de palabras clave, como vimos en The Core, no lleva nada de tiempo. Sin embargo, copiar un archivo crucial para resolver una trama de conspiración a nivel mundial puede llevar 4 largos minutos de tensión mientras miramos a todas partes vigilando que no llegue nadie y vemos la lenta barra de proceso avanzar. Claro que si no lo consigues, ya accederás a esos datos desde la tasca de tu barrio, porque el wifi ahora es universal y yo no me he enterado. Si no, seguro que hay otra solución, o existe algún programa que arregle tus problemas. Si es que hay programas para todo. Si necesitas ver la matrícula del coche que aparcó a 300 metros de la cutrecámara de seguridad más cercana, no tienes más que ampliar la imagen. ¿Que no se ve bien porque a la matrícula le correspondía un solo pixel en la imagen original? No problem, le pasas un programa de alisado, renderizado, lifting y todo lo que se te ocurra y podrás ver al malo en el reflejo de los retrovisores.

Bueno, voy a dejarlo aquí por hoy. El próximo post prometo que tendrá algo que ver con la asignatura.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

Presentación

Este blog nace como iniciativa de la asignatura de Física para la ciencia-ficción. La idea es publicar mi punto de vista (físico) sobre distintas obras de ciencia-ficción, tan profundamente como me permitan mis conocimientos sobre la materia, que están muy lejos de ser extremadamente amplios. Espero que salga algo interesante. Nos vemos en la próxima entrada.